Lilo, el reemplazo hogareño de un spa.

“¿Para qué ir a un Spa si tienes quien te consienta en casa?” afirma Omar Torres, un joven estudiante y propietario de un perico llamado Lilo.

Cada vez que una persona toma en sus manos a Lilo un periquito de nueve años de edad recibe una suave caricia, pues él, limpia pausadamente vello por vello de la mano, tomándose todo el tiempo para consentir a quien se dignó a prestarle atención.

Pero lo más curioso de esto es que Lilo sólo busca a las personas en busca de comida, porque por lo general tiene una vida aparte, caminando de extremo a extremo en el patio de la casa.

“Lilo es muy interesado, lo busca a uno sólo cuando tiene hambre, pero de una u otra manera lo recompensa a uno consintiéndolo”, afirma con una sonrisa Omar, quien se siente orgulloso de ser el propietario de esta divertida mascota.

Historia de Omar Andrés Torres
Medellín, Colombia. 21 de Abril de 2010